ASIER ANDUEZA
dirección / guión / dramaturgia / gestión / docencia
televisión - cine - teatro
EL INQUILINO
Una obra de Daniel Sarasola
Dirección Asier Andueza
Producida por La Lavandería Teatro y Asier Andueza
Proyecto subvencionado por la Comunidad de Madrid
Estrenada en el Teatro Pilar Miró de La Villa de Vallecas el 30/10/2020
Un matrimonio de mediana edad, cercano a las élites del poder, vive atrincherado en su apartamento. La crisis económica ha llegado a su punto más álgido y en el exterior la lucha por la supervivencia y por los productos de necesidad más básica ha desencadenado el caos y una guerra de todos contra todos.
Salir a la calle en busca de comida significa ser pasto de los francotiradores. El Gran Protector y su Nuevo Gobierno Instaurado se debaten por dar un golpe de estado con apariencia de normalidad pero no consiguen mantener a raya a la guerrilla urbana que florece en cada esquina. La unidad es imposible, la corrupción de valores y el deterioro campan a sus anchas. Hasta que la esposa decide alquilar una habitación para poder llegar a fin de mes.
Un desconocido, de oscura procedencia, entra en el universo conyugal subvirtiendo papeles y funciones y sacando a flote deseos inconfesables y los comportamientos más mezquinos y perversos. Una radiografía implacable, con trazas de fuga musical y divertimento lingüístico, de los instintos más bajos y animalescos del cuadrúpedo más temible: la pareja humana de cualquier pelaje, diseccionada en un marco de franca degradación moral propiciada por el capitalismo salvaje.
“El inquilino”es una reducción al absurdo con un humor incisivo del capitalismo más agresivo, el clasismo social, el machismo, el supremacismo, el racismo, el poder, la patria, los colonialismos sociales, económicos, culturales... todo ello costuras del traje de lo correcto, del disfraz de lo mezquino.
El lenguaje se revela como envoltorio esencial de normas y estructuras que se desploman. Hace estallar las costuras apresuradamente hilvanadas del eufemismo maniqueo y de la falsa urbanidad, concebidos para reprimir y sojuzgar. Y, de pronto, lo políticamente incorrecto se convierte en herramienta impagable para sacar a la luz tanta hipocresía y miseria moral. La dicotomía entre el “ellos” y el “nosotros”, el juego de identidades, se desdibuja. Caen las máscaras, se desintegran las alianzas, la lucha es cuestión de supervivencia: sálvese quién pueda.
Se acabó la farsa y emerge la tragedia.
Una sociedad en la que sólo se mira por el bien individual está abocada a fagocitarse a sí misma alimentando el discurso de la sinrazón en el que el hombre es un lobo para el hombre: HOMO HOMINI LUPUS.